sábado, 29 de agosto de 2009

¿Esperar?

¿En que se cree cuando todo aquello en lo que se creía es pura falacia? ¿Aún hay cosas en las que creer en este mundo? Sí, pienso que sí hay ciertas cosas rescatables en este planeta de los cuales uno debe aferrarse y sentirse orgulloso.

El punto es cuando esas pocas cosas se esconden y no permiten que sean descubiertas; por más que se busquen no aparecerán, y es que hasta ellas mismas tienen miedo de ser manipuladas por estas mentes humanas que tarde o temprano terminarán por ensuciarlas y mancharlas; sólo la vida sabrá que es lo que les depara en este destino.

Recientemente me encontré justamente entre el bien y el mal –aunque todos lo hacemos constantemente-, cierta situación se me impuso ante mis instintos; mis impulsos servían de motor para pensar; mis manos fungían armas sin sentido que no servían para nada; y un nudo de nervios en mi cuerpo representaba el coraje de lo que estaba viendo. La maldad imperaba ante ellos cuando nuestra estrella más cercana ni siquiera había comenzado a saborear el deleite y el calor que emana bajo nuestras cabezas.

Todo fue tan rápido que ni siquiera hubo tiempo necesario de brindar ayuda; me he lamentado eso desde ese entonces, pero soy realista, no puedo brindar una ayuda de tal magnitud cuando ni yo mismo me puedo brindar protección ante este mundo lleno de maldad y de bien; bien que comienzo a pensar que es inexistente:…

…el mal existe porque hasta el bien carece de perfección… L. R.

No importa el daño que se me haga, lo que me importa es el daño que se les haga a personas inocentes, personas que no hacen más que sobrevivir en esta vida; tanto odio y tanta impotencia en tan sólo unos minutos...

Hay cosas de las cuales pensamos que nunca cambiarán, pero sugiero: ¿por qué tenemos esa mentalidad tan negativa y no comenzamos por invertirla y pensar de una manera quizá un tanto alocada en cosas positivas? ¿por qué esperamos hasta que las cosas malas suceden y reaccionamos ante ellas?... Cada uno de nosotros somos células dentro de un cuerpo, ¿por qué no empezar a fungir el papel de célula y mover a este cuerpo a un bienestar común? ¿cuánto más tenemos que esperar?...

Mientras tanto…

+ ---- Ante él no puedo hacer nada, lo sabes.

- ---- Pero puede ayudarnos a pensar.

+ ---- El no piensa, sólo se alimenta de nosotros.

- ---- El sótano parece silencioso… me pregunto si aún sigue vivo.

+ ---- Consecuencias habrá Ícaro….

jueves, 20 de agosto de 2009

¡Quizá...!

- Acaso… ¿Si pudiese volar de otra forma tan distinta a la que comúnmente los expertos en el aire lo hacen, sería una buena idea?

+ Temo por ti… No me gusta la forma en la que piensas ahora Ícaro, ¿por qué el deseo de volar de otra forma?

- Acaso… No lo sé, quizá sea un conjunto de todo; normalmente todos son seguidores de las mismas reglas, de las mismas costumbres, de los mismos sabores de la vida… pero…

+ Temo por ti… ¿Qué es lo que piensas?

- Acaso… Sabes muy bien que es lo que pienso.

+ Temo por ti… Por eso me preocupas. No es bueno que comiences una idea de tal magnitud, detrás de todo este movimiento desquiciado sé que hay alguien en cuestión.

- Acaso… Es tan diferente a los demás.

+ Temo por ti… Eso no hace que sea algo real para ti.

- Acaso… Pero hay probabilidades de…

+ Temo por ti… ¡No!, detente y no planees tu futuro en base a sentimientos. Sabes muy bien que eso te traería frustraciones, un vuelo incontrolable, unas alas rotas y una caída hacia la agonía; agonía que ya has vivido.

- Acaso… Imaginemos ¿quieres?...

+ Temo por ti… …

- Acaso… Sería un vuelo distinto, horizontes no explorados por mí, un adelanto que podría traer grandes beneficios, una compañía que nunca hubiese imaginado; calidas manos que nadie ha tenido hasta el momento; sería un vuelo tan distinto.

+ Temo por ti… ¿Sabes en verdad lo que estás diciendo? Te aseguro que no has medido las consecuencias de dicha compañía… pero ¿por qué ella en especial?

- Acaso… Quisiera resumirlo en pocas palabras, pero creo que eso sería imposible; comenzando porque le tengo un gran respeto, sus ideas inician en una circunstancia y terminan tan claras o enredadas como comenzaron; no sigue reglas aparentes, su impulso y decisión la llevan a realizar cosas que no comúnmente hacen los voladores; éste gran manejo de lo que es la vida y sus aportaciones a ella son inigualables…

+ Temo por ti… Detén esas iniciativas antes de que sea demasiado tarde Ícaro. No alimentes pensamientos que te resultan imposibles. No consumas algo que no podría ser real.

- Acaso… Sólo estoy imaginando… sé que su mundo y él mío son completamente opuestos; involucrarme en el suyo traería beneficios al mío, pero el mío no precisamente le traería satisfacciones al suyo.

+ Temo por ti… Y esa es la idea, no hay aportaciones que le puedas brindar a ella. Piensa Ícaro, piensa en lo descabellado de tus ideas; piensa en que no estás pensando coherentemente. No busques algo que no habrá; los antecedentes y características son muchos y muy peligrosos.

- Acaso… Lo sé. Sabemos que mis alas fatigadas y mis escasos, nulos, imperfectos vuelos no serían el ideal para brindar compañía a alguien más.

+ Temo por ti… Es cruel el pensamiento que tienes pero es real. Hay misiones que completar dentro de este cielo, en donde cada uno de esos proyectos los tendrás que llevar a cabo solo… completamente solo.

- Acaso… Su compañía dentro de mis objetivos sería algo excelente; me desenfocaría en gran parte de ellos para estar con ella todo el tiempo…

+ Temo por ti… ¡No! Compréndelo. No puedes volar bajo y a la misma vez ser acompañado y pensar en otra persona ajena a ti. ¿No te das cuenta sognatore que es un amor imposible?

- Acaso… …

+ Temo por ti… Lo siento… pero es verdad; imposible, utópico, insoluble, difícil, impracticable, incuestionable: son palabras que no quisiera mencionarte en cualquier otra circunstancia, pero esta es la adecuada para hacértelo saber, no hay probabilidades en ese sentimiento hacia ella.

- Acaso… Me hubiese gustado realizar vuelos a su lado; saber que es lo que piensa, como actúa en el aire, descubrirla en sus sueños… enamorarme más de ella.

+ Temo por ti… Te comprendo Ícaro; no dudo de un extraordinario vuelo junto a ella, pero son tan diferentes, que sucedería lo mismo que en vuelos pasados, se cansan de tus vuelos bajos y tus alas se cansan de no ser adecuadas para seguirles el ritmo.

- Acaso… No hay oportunidades ahí, me lo haces saber. Me queda seguir imaginando en lo que pudo ser; por lo pronto, sólo soñaré.

+ Temo por ti… En la vida como en tus vuelos, hay casos en los que debes dejar pasar a las personas, personas que serían adecuadas para ti, pero tú no para ellas; ella es una de esas personas que debes dejar pasar, no hay posibilidades, ni las más mínimas.

- Acaso… …

+ Temo por ti… Sueña, sigue soñando en las estrellas, quizá alguna de ellas te corresponda.

martes, 18 de agosto de 2009

Cómplice

[Se recomienda seguir la lectura con esta melodía...]


Profundamente me encuentro en el abismo, abismo que no tiene fondo; hasta el momento.

Es por eso que te pienso, es por eso que te anhelo, es por eso que te percibo aunque no sé quien seas, no sé si existes aún y tampoco sé tu nombre. Posiblemente ya nos conozcamos, pero es una probabilidad muy mínima; es mejor suponer y afirmar que no has llegado a esta moribunda vida mía; sólo así podrás ayudarme, sólo así podrás saber de mi pasado y sólo así podrás matar sus recuerdos.

¿Existes?... me lo pregunté ayer, me lo pregunté hoy y posiblemente me lo preguntaré mañana; ¿de que estás hecha? ¿cuáles son tus misterios? ¿de dónde provienes? y ¿a dónde vas?... tu misterio me intriga musa deseada, saber de ti en estos momentos me es indispensable; tengo tanto que contarte, tanto que planear contigo y tanto que llorar que es casi imposible contener esta furia que desatan las imágenes plasmadas en mi mente y ante mis ojos… venganza tendremos que imaginar…

Pero antes de morir desgarrado por la presencia de ella, dime ¿quién eres?, cuéntame que es de ti y que sufrimientos contenidos has tenido; sedúceme con tus enseñanzas en esta vida y has que mis lágrimas se evaporen por un instante; enséñame a perdonar, si es que acaso la quieres viva.

Seras parte fundamental de mi en esta etapa de obscuridad, sabrás quien soy en realidad y decidirás mi futuro, lo manejarás a tu antojo, pero cuidado, no te atrevas a lastimarme mucho, porque entonces el ciclo comenzará de nuevo y tendré que verme forzado a quererte como la quise a ella. De esta manera soñaremos juntos, veremos, escucharemos, palparemos y volaremos juntos; un paso a la vez cada amanecer y la incertidumbre del día siguiente nos invadirá; sólo pido de ti comprensión, lealtad, cariño y pocas ganas de sufrir. No hace falta decirte que te ofreceré lo mismo, porque ante todo sé ofrecer tal cual me ofrecen, jamás musa mía lo dudes.

Llega pronto, hay que planear una muerte y una vida nacerá al mismo tiempo, de eso… de eso te encargarás mi futura cómplice…

viernes, 7 de agosto de 2009

...el anillo verde

[Seguir la lectura con una furtiva lágrima...]
¿Qué hago yo entre voladores? Domadores de los aires y profesionales en volar. ¿Qué hago yo viéndolos vivir? Me lo pregunté una vez que estaba ahí; sin respuestas me encontré, sólo los veía volar. Y es que ese no era el objetivo cuando partí del castillo azul, mis planes eran volar bajo y pensar en mi destino, soñar en mi futuro planeándolo con fuerza y destreza, pero no preví que a donde los vientos me llevaban eran justo a donde había profesionales con alas.

¿Qué hago yo entre voladores? Me pregunte una vez más; sin remedio me vi forzado a analizarlos, era sorprendente ver aquella destreza que experimentaban, volaban y daban piruetas sin dificultad, reían y cantaban mientras se desplazaban por los aires. Eran muchos, no pude contarlos pero la magia que desprendían era fascinante, tan fascinante que lloré. Quizá de felicidad al verme ahí entre voladores, pero también de nostalgia al encontrarme sin pasiones iguales a las de ellos.

Resulto ser peor salir a pensar que quedarme en el castillo, me hiciste falta una vez más, y sin noción del tiempo me perdí entre el Sol y la Tierra. Me hubieses comprendido en esos momentos de agonía, de tristeza y emoción; te extrañé tanto en esos momentos que el atrevimiento casi me hace realizar una locura, pero no, no hay tiempo de locuras y de presiones en pleno vuelo.

¿Sabes?, me hubiese gustado que estuvieras ahí, no era necesaria tu presencia física, sólo requería tu voz para que me hablaras y el sentido del oído para que me escucharas; era tan grandioso… que estaba extasiado de encontrarme entre ellos.

Pensé en ti cuando me encontraba sumergido entre vuelos de los profesionales, te llamé con la voz casi muerta y de mis ojos salió una furtiva lágrima; nunca pensé que te extrañaría tanto.

Ya no vale más la pena hablar de eso ahora, estás tan lejos y yo tan cansado de verte en sueños que sólo el escuchar una palabra tuya sería el fin de mi destino, nunca más pensaría en ti.

Aún así el reconocer que te extraño me es imprescindible, eras tanto y todo para mi, que ese todo y tanto acabó así, tal y cual comenzó.

No sé cuando vuelva a escapar de nuevo del Castillo Azul, pero estoy seguro que volverás a estar entre los voladores, entre las nubes y entre una lágrima que te verá en un espejismo. Te recuerdo como ayer, te recuerdo como hoy y te recuerdo como siempre; aunque el anillo verde esté guardado en un cofre inexistente.