viernes, 2 de diciembre de 2011

Quiero casarme contigo; vivir a tu lado, en una casa sólo para ambos, darte los buenos días, compartir mi desayuno y despidiéndonos para irnos a trabajar; llamarte 2 ó 3 veces en el transcurso del día, y por la noche llegar a casa, quizá en una de ellas, pueda sacarte a cenar.

Quiero vivir a tu lado, en una casa sólo para ambos y que los días no se hagan rutina, que se vivan con el mayor de los empeños; llegar al fin de semana, poder visitar a nuestras respectivas familias o conservar esos días para nosotros dos.

Quiero vivir a tu lado, en una casa sólo para ambos mientras planeamos expandir nuestros genes en seres hechos de los dos; verlos crecer y disfrutarlos. No todo será lindo: se enfermarán, llorarán, quizá uno que otro día nos saquen canas verdes pero a final de cuentas los amaremos cada segundo que pase.

Quiero vivir a tu lado, en una casa sólo para ambos, ver los frutos crecer y al final, esperar nuestros últimos días, uno al lado del otro. Quiero vivir a tu lado, en una casa sólo para ambos. 

(A mi musa)