Estás más allá de mis fuerzas
alado amigo. Te he buscado durante lunas enteras y es momento oportuno para
encontrarte en un mundo donde nunca estuviste perdido.
El despojos de una batalla ha
mermado el paisaje y ahora es cuando debemos regresar. Vislumbro destellos de
cenizas allá, donde los árboles están secos, donde el cielo te cubre de luces,
donde hay fuego y olor a hierba quemada; es ahí donde te encuentro, es ahí
donde yaces, es ahí donde espero encontrarte vivo y no extinto por el paso de
la nostalgia más que del tiempo.
Camino sin secar, interminable;
cansado troto lo más rápido que puedo, pero tú sabes que los años no pasan en
vano y a este maltrecho esqueleto le sobran años, acumulados los guardo en el
alma y en los huesos, en mis ojos y en los poros de mi cuerpo. Camino inundado
por piedras, dificultan mi andar y es que una piedra es más peligrosa que una
montaña a la cercanía: a la montaña la veo borrosa, a la piedra no la veo… ni
siquiera borrosa.
Pudiera detener mis piernas y
quedarme aquí, descansando, refrescándome, pero creo no me lo perdonaría yo
mismo, a un amigo no se le hace esperar y mucho menos en tan crueles y
moribundas circunstancias. Doy mi extra alado amigo, espero sepas valorar mi ímpetu
pues me queda muy poco y temo que no sea el suficiente para regresar.
Ahí estas, envuelto en hojarasca
seca; ya veo tus brazos, ya veo tus piernas, ya veo tu rostro: pero no veo tu
alma. Por tercera vez, amigo mío, dame señales de ánimo, dame señales de
vitalidad, dame señales de que aún eres y no has dejado de ser: en vano hiciera
esta travesía si sucumbes ante un cielo estrellado y sin Luna.
__________________________________________________________________
+Muévete por lo menos un poco…
+Mueve lo que te quede de
cuerpo..
+Mueve lo que te quede de alma…
+Muévete y no me obligues a
irme con la esperanza vacía.
__________________________________________________________________
¿Por qué no me atiendes insensato?
A metros estoy de ti y no me escuchas, ¿acaso debo de gritarte y bastonearte
con el objeto que me mantiene en pie? ¡Qué mísero eres Ícaro! Mira que venir
por ti y que tú ni siquiera me voltees a ver…
__________________________________________________________________
-... esperaba algo así para
poder pronunciar lo importante…
+¡Ícaro!
-… sigo vivo.
+Ahora no sé si creer a mis
oídos o pensar que estoy yo también muerto y te veo en un paraíso cercano al
cuerpo.
-…
+…
-Mientras decides, dame un
poco de agua, que hasta mis compañeras de estancia, las plantas, beben del
preciado líquido.
+Toma y satisface tu sed,
comprendo las condiciones en las que te encuentras y negártela sería más que
una cobardía.
-¿Por qué tardaste tanto en
llegar?
+¿Por qué tardaste tanto en
gritarme que seguías en algún lugar?
-Disculpa mi atropello.
+No hay cuidado; creo que
tuviste tiempo para afinar tu sentido del humor.
-¿Qué tan lejos estamos de
casa?
+Salí del castillo hace 180
lunas
-Demasiado lejos como para
poder llegar mañana.
+Toma en cuenta que soy viejo.
-Demasiado lejos como para poder
llegar pasado mañana.
+Si no te incomoda, te haré
compañía en tu confortable lugar de descanso.
-Lo siento, has de venir muy
cansado y yo aquí sin poderme mover. Pues… dónde gustes, cualquier sitio es
bueno para morir.
+Bien, es cierto, yo caminando
lunas tras lunas y tu aquí cómodamente. ¡Qué buen lugar eeh!
-Ahora lo importante: debes
contarme todo lo que ha pasado.
+¡Qué gentil! No he cerrado
los ojos ni cinco segundo y me pides contarte todo: en fin. ¿Listo?
-Cuando gustes: cuéntame el
comienzo del fin.