martes, 16 de junio de 2009

Obstáculo

- No quiero dejar de enfocar… ¿qué demonios me pasa?, ¿por qué me siento así?, no debo dejar de soñar, no debo dejar de mentalizar y consumir ese único objetivo que tengo…

+ Sabes lo que te pasa… Estás cayendo en un profundo letargo del cual sabemos que es malo…


- No quiero dejar de enfocar… pero no quiero hacerlo, sé que eso me detiene, sé que eso me frena, sé que eso va en contra de mis aspiraciones…


+ Sabes lo que te pasa… Lo sabemos, es por eso que no debes dejar de ver, visualizar, enfocar…


- No quiero dejar de enfocar… pero como demonios lo hago, me siento atrapado en mis propios pensamientos,… temo que esté retrocediendo y con eso mis ganas de seguir…


+ Sabes lo que te pasa…. No! jamás te permitas eso Ícaro, no es negociable lo que has dicho y mucho menos es imaginable tu futuro así; concéntrate, observa, recuerda…


- No quiero dejar de enfocar… no puedo!, no puedo!, algo en mi está mal, estoy afectado una vez más, no dejo de pensar en la distracción, no puedo enfocar…


+ Sabes lo que te pasa… Hazlo! Te exijo que te concentres, recuerda que el objetivo es claro, no puedes darte por vencido cuando ni siquiera has iniciado,… no seas estúpido, sólo recuerda…

- No quiero dejar de enfocar… Ya no! deja que descanse un poco, deja que mis pensamientos se organicen y deja que mis instintos vuelvan…

+ Sabes lo que te pasa… Nunca ¿lo has escuchado?, nunca permitiré que descanses; ¿lo has olvidado? Descansaste hace unas cuantas lunas, tu mundo lo notó, no puedes volver a descansar en tan corto tiempo…

- No quiero dejar de enfocar… pero no puedo seguir así, haré las cosas mal, todo saldrá incorrecto…

+ Sabes lo que te pasa… Pues entonces levántate Ícaro, mentaliza el objetivo, es único.

- No quiero dejar de enfocar… Trataré… aunque no puedo en este estado.

+ Sabes lo que te pasa… ¿No puedes?, ¿me estás diciendo a mi que no puedes?

- No quiero dejar de enfocar… …

+ Sabes lo que te pasa… Estúpido! Mil veces estúpido; ¿acaso te has vuelto loco?, ¿decir que no puedes es tu excusa?

- No quiero dejar de enfocar… …

+ Sabes lo que te pasa… Yo te recordaré que no puedes “invalido”…

- No quiero dejar de enfocar… ¡Lárgate! Jamás vuelvas a mencionarlo; jamás vuelvas a recordármelo…

+ Sabes lo que te pasa… Entonces deja de decir incoherencias y pensar que no puedes, esa palabra no entra en nuestro vocabulario y en nuestra moral… tú bien lo sabes

- No quiero dejar de enfocar… Comprende que estoy confundido…

+ Sabes lo que te pasa… Te comprendo porque yo también lo siento, pero no es la manera de rendirse Ícaro, aún no, hagamos bien las cosas ¿de acuerdo?

- No quiero dejar de enfocar… De acuerdo; sólo respiraré un poco para después concentrarme en nuestro objetivo

+ Sabes lo que te pasa… Esa es la actitud. Sigue soñando y todo se hará realidad.

- No quiero dejar de enfocar… El cielo será nuestro, y con ello la satisfacción de que nos vean volar, en especial cierta persona

+ Sabes lo que te pasa… Tranquilo, no recuerdes a esa persona, aún no; un paso a la vez.

- No quiero dejar de enfocar… Está bien… El cielo y las estrellas alcanzaré, por el momento sólo enfocaré

+ Sabes lo que te pasa… Descansa, cierra los ojos y duerme un poco, cuando los vuelvas a abrir ahí estará nuestro objetivo esperándonos. No te preocupes por lo que te sucedió antes o en la actualidad, ocúpate en lo que acontecerá en el futuro. Soñemos.

sábado, 6 de junio de 2009

Abandono del nido

+ ¡Sorprendente, muy sorprendente Ícaro! Has logrado cruzar la primera barrera de tus instintos…

- Lo sé, lo sé… el éxtasis que sentí fue tan grandioso que no pude contenerme en derramar lágrimas en pleno vuelo…

+ ¡Sorprendente, muy sorprendente Ícaro! Nunca pensé que lo harías; cierto, confiaba en ti, confiaba en tus impulsos, confiaba en que en alguna furia de tu vida hicieras algo extraordinario, pero nunca pensé que lo harías de esta manera: tranquilo, razonando en lo que hacías, decidiendo con cada paso que dabas…

- Lo sé, lo sé… pero era ahora o nunca. Fue el momento más indicado. Y sí, te confieso que tuve miedo en las posibles fallas, pero el miedo es parte de mí, siempre lo hemos llevado cargando…

+ ¡Sorprendente, muy sorprendente Ícaro! Tienes razón, el miedo es algo con lo que vivimos todos los días, pero ¿sabes que significa lo que hiciste hoy? ¿te das cuenta de lo que hiciste?...

- Lo sé, lo sé… dímelo tú….

+ ¡Sorprendente, muy sorprendente Ícaro! Rompiste no sólo una barrera, has desquebrajado al mismo miedo, ahora no es más que un simple espejo que se forma de cientos y cientos de trozos inexactos…

- Lo sé, lo sé… ahora no hay que dejar que se vuelva a reconstruir; hay que seguir caminando sobre él, de tal manera que haya muchos más pedazos del mismo miedo…

+ ¡Sorprendente, muy sorprendente Ícaro! Exacto! Eso debemos de hacer, pero… sabes cual es tu defecto ¿no?...

- Lo sé, lo sé… no volaré muy alto; sé lo que pasaría si lo hago, mis alas nunca dejarán ser de cera…

+ ¡Sorprendente, muy sorprendente Ícaro! Tienes noción de lo que eres mi querido Ícaro; la misma vida te ha enseñado todo eso. Ahora sabemos que puedes volar solo, pero comienza despacio tal como lo hiciste hoy; una caída, tan sólo una, significaría demasiada pérdida…

- Lo sé, lo sé… por ahora, únicamente disfrutaré de mi hazaña, déjame que goce de mi potencial, deja que inhale la superioridad que tuve ante mi cuerpo, deja que me satisfaga de la inmensidad de mi furia…

+ ¡Sorprendente, muy sorprendente Ícaro! Entonces disfrútalo al máximo, no sabemos cuando lo volvamos a hacer, ni tampoco la manera tan excelsa como lo hicimos hoy…

- Lo sé, lo sé… pronto! Muy pronto volveremos a repetirlo, no hay q dejar que las alas se rompan por la inutilidad; tendremos que seguir ejercitándolas. Quizá, sólo quizá, el próximo vuelo sea con algún acompañante…

+ ¡Sorprendente, muy sorprendente Ícaro! Enfocas en el futuro, eso es bueno ya que planteas tus objetivos, sólo recuérdalo, sueña con calma, con mucha calma. Ahora descansa y goza de tu “libertad”…

- Lo sé, lo sé… seguiré soñando en volar…

martes, 2 de junio de 2009

Desesperación

Hace unos días, y es así como comienza, escuche a una niña llorar. Todo mundo llora, por cualquier motivo que lo provoque, algunos por emoción, otros por nostalgia, algunos otros por un amor incomprendido, infinidad de argumentos podría dar para que el llanto fuese producido; pero la niña de quien te cuento lloraba por otras razones no separadas de la realidad.

Mis ojos no veían más que obscuridad, comprendía al instante que comenzaba a esfumarse el sueño en el que me encontraba, pero el llanto seguían ahí, era un llanto, no sé… te mentiría si te digo que era de emoción, aún más sería un mentiroso si te digo que era por un amor incomprendido; el llanto era indescriptible, quizá me comprendas un poco si te dijese que fue provocado por el dolor físico, pero me comprenderías mejor si te dijera que el dolor era por una muela.

Sí, una muele le causaba llanto severo a una pequeña niña a la que le calculé cinco o seis años de edad, no me preguntes si la vi, o le pregunte que muela era, sólo lo deduje ya que una vecina del otro edificio es dentista y da consultas en un área de su departamento, área en la que se encontraba la niña y podía ser escuchada desde mi recamara.

El motivo de mi escrito no es explicarte los detalles y de cómo sucedieron, sino la sustancia del evento; una niña llorando incontrolablemente por dolor físico, dolor producido por un posible diente picado, y sabemos que duelen muchísimo; su llanto era tal, que sólo escucharlo era tan angustiante que iba más allá de lo posiblemente molesto que puede estar una persona al que se le despierta a las 4 am de la madrugada, y es que a esas horas sucedían las cosas.

No soy muy fanático de los infantes, no me preguntes el por qué, pero esa madrugada, volvía a comprender que el dolor y la desesperación de un niño puede destruir mi helado corazón, a tal grado que pedía en mi interior, calmar ese llanto desesperadamente angustiante de la niña. El dolor plasmado en un niño es una de las peores cosas que puedo experimentar en esta vida.

De aquí parto nulo lector, para reflexionar en el dolor, sabemos que puede venir en diferentes reacciones, emocionales, mentales, amorosas, pero sobre todo el dolor plasmado en los sentidos humanos, el dolor físico.
La vida que llevo me ha enseñado cierto tipo de dolores, incluyendo el físico, lo he experimentado constantemente, y temo decir que es una de las cosas a las que me he acostumbrado; pero ver el dolor en otras personas es algo que difícilmente uno se puede acostumbrar, más si se trata de un niño. De esta manera me pregunto ¿por qué, en el nombre de la vida, existe el dolor en aquellas personas que no pueden defenderse de él? ¿por qué se nos enseña que las cosas las aprendemos de cierta manera con el dolor? ¿por qué, nulo lector, los humanos aprendemos con el dolor propio y ajeno? Debería de haber ciertas reglas naturales para el dolor en este caso, aquellas personas que han sido buenas en su vida no deberían de padecerlo, en cambio aquellas personas que han hecho mal a otras se les debería de castigar con dolor. Quizá te preguntes en estos momentos que soy muy tétrico, pero este es mi sentir, así plasmo lo que siento, pienso, veo y escucho, de esta manera enfoco mis emociones en aquellas personas que están libres en el mundo y que tienen mucho que pagar, seguiría con estos argumentos pero me temo que gaste mis escasas ideas errando en algo que sabemos que es indefendible.

Apreciable lector, si en algún momento de tu vida tienes la oportunidad de mitigar el dolor en tu semejante y estás consiente de que él ha llevado una vida plena y sin errores graves, entonces ten la noción de que su dolor puede ser mitigado, entonces hazlo; una de las peores cosas en la vida humana es ver a alguien sufrir sin que él o ella se lo merezca.

Considérame extremista, considérame paranoico o incluso alguien que no piensa más allá de la enseñanza que tendrá esa persona al sufrir, pero sólo me defenderé con algo que se llama “sentimiento”.

No sufrimiento a aquellas personas que nada deben, sí sufrimiento a la escoria humana que pulula en este mundo.

Suciedad


¿En que nos hemos convertido querida y apreciable sociedad? Tantas y tantas preguntas te he querido hacer desde hace algunas cuantas semanas; semanas en las que me han hecho reflexionar de lo asqueroso y patético que podemos ser como individuos, donde no nos importa en muchos de los casos más que en el bienestar individual, y es que no te culpo sociedad, por naturaleza cada individuo es egoísta, sólo piensa en si mismo y en que no le hagan daño, es ávido de poder hasta llegar al extremo de matar por él.

Ciertamente no te culpo, pero tampoco te justifico, ¿por qué sigues teniendo esas actitudes tan destructivas con tus semejantes? ¿por qué eres tan torpemente inmaduro al tomar decisiones pensadas sólo para tu beneficio? ¿por qué causas daño a los demás, si los demás somos iguales a ti? ¿por qué sociedad, dime cuales son tus estúpidas intenciones al dañar lo que todos compartimos y que se llama realidad?



Una sociedad se construye en principio por cada individuo, por lo tanto, todas aquellas preguntas que mencioné anteriormente son para cada individuo; tómalas en cuenta y trata de responder a ellas; fija como objetivo todas aquellas acciones que hacen que seas así, es decir, que seas una persona que te sabes culta, pero en la siguiente acción de criticar a otra persona caes en lo absurdo de lo culto, siendo de esta manera una contradicción porque no respetaste las cualidades del otro.

Entonces y de esta manera sigo sin comprenderte querido semejante, sigo sin entender porque estamos hechos de maldad interior, ciertamente no todos, pero como dije, somos egoístas por naturaleza, los humanos somos estúpidos al ver por nosotros mismos, dejando a un lado el pensamiento de que compartimos tantas cosas con los demás, que al querer quitárselas u obtener esas cosas de los otros, también nos hacemos daño a nosotros mismos.