jueves, 20 de octubre de 2011

Belleza

Te creí odalisca noble y yo observador pasivo.
Nadie me orilló al espectáculo,
fueron mis alas las que me llevaron a tal recinto
sin saber las consecuencias.

Eras sincera, eso lo reconozco
pero el veneno surtió efecto antes de lo previsto;
quizá no fue tu intención,
ni la malicia de tus movimientos,
quizá no has imaginado el desastre,
o quizá soy yo quien deba dejar el placebo.

Comúnmente me sumerjo en vasos de agua,
tratando de no ahogarme en ellos;
presiento que esta es una ocasión similar
en donde todo debería de ser
tan diminuto y con poco interés,
que las palabras son ya un riesgo.

La culpa no es tuya
sino de una vida contemporánea mal comenzada.
Te deslindo de mis males,
los cuales tu belleza han ocasionado;
sigo mi rumbo incierto y hostil
buscando objetividad y experiencia;
sigue el tuyo tal como lo has hecho,
pues no seré el único con tu pasión por dentro.

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