Quiero casarme contigo;
vivir a tu lado, en una casa sólo para ambos, darte los buenos días, compartir
mi desayuno y despidiéndonos para irnos a trabajar; llamarte 2 ó 3 veces en el
transcurso del día, y por la noche llegar a casa, quizá en una de ellas, pueda
sacarte a cenar.
Quiero vivir a tu lado, en
una casa sólo para ambos y que los días no se hagan rutina, que se vivan con el
mayor de los empeños; llegar al fin de semana, poder visitar a nuestras
respectivas familias o conservar esos días para nosotros dos.
Quiero vivir a tu lado, en
una casa sólo para ambos mientras planeamos expandir nuestros genes en seres
hechos de los dos; verlos crecer y disfrutarlos. No todo será lindo: se
enfermarán, llorarán, quizá uno que otro día nos saquen canas verdes pero a
final de cuentas los amaremos cada segundo que pase.
Quiero vivir a tu lado, en
una casa sólo para ambos, ver los frutos crecer y al final, esperar nuestros últimos días, uno
al lado del otro. Quiero vivir a tu lado, en una casa sólo para ambos.
(A mi musa)
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