viernes, 18 de diciembre de 2009

A & Q

Qué complicado es esto ¿verdad? Todos caen o al menos la mayoría; suben, bajan, se enredan, salen avantes o heridos; sueñan, se ilusionan, viven y por ende mueren también, gozan y sufren: complicado, muy complicado es el amar.

Y es que hay que diferenciar en primer término qué es el amar y el querer (justamente hay una melodía singular que describe perfectamente estas polaridades); amar y querer, entiéndase lector, jamás será lo mismo.

Se puede querer a un amigo; al vecino, si es que no nos cae mal; a un hermano (a); a un profesor, incluso se llega a querer al día o la noche; al frío y al calor, a las estaciones del año… ¡qué va! demasiadas cosas se pueden querer con mucho afecto, respeto y anhelo… pero el amar… ¡no!, el amar es digno de ciertas cosas o personas.

Se ama o no se ama, no puede haber intermedios en esto. Amar es entregarlo todo; sentir y saborear los placeres que se transmiten; volar y hacer volar todas aquellas ideas que invaden a los corazones. Amar es compartir, respetar, sufrir, vivir, soñar y un sin fin de características más que me faltarían mencionar y que hacen de lo imposible, lo posible.

Amar… qué difícil es que a uno le crean esto. Los corazones actualmente están llenos de todo, y cuando digo de todo, es de todo; desde lo negro, pasando por los múltiples matices de colores, hasta llegar al blanco, por lo que dificulta y causa cierta confusión cuando uno expresa “eso” y se es juzgado como un inexperto en el tema: complejidad, ni mi experiencia en tal causa justifica lo que mi corazón grita.

Conozco el blanco y conozco el negro, incluso conozco y reconozco los matices… pero esto de nada sirve si mis palabras se las lleva el viento. Conciente estoy de que dejé de ser un infante desde hace muchas lunas, aunque mi mente y mi conducta muestren lo contrario; el punto es que sé lo necesario para poder decir… eso que pierde poder, que es cuestionado, que no es creído y que es juzgado y olvidado.

¿Entonces qué es, si no es amor, lo que se siente cuando la veo? ¿Qué es, si no es amor, lo que sueño cuando la recuerdo? ¿Qué es, si no es amor, lo que lloro cuando me despido? ¿Qué es, dime lector, cuando la pienso cada segundo de esta humilde vida? ¿Dime qué es corazón, si no es amor?

Ya no… ya no quiero más después de esto… he conocido el amor y el desamor y prefiero quedarme con el primero; es por eso que ya no pretendo –nunca lo hice- buscar amar después de ti. ¿Para qué? si contigo lo tengo todo.

Pero… quizá ese no sea el principal conflicto, sino que el verdadero problema está en que no puedo ocupar un corazón que ya está ocupado…

Desgracia mía: su nostalgia, su pena, su llanto, su amor por (…) y su corazón terminarán por matar el mío: mi corazón.

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