-¿No es hermosos el amanecer?
+¿Qué es lo que pasa?
-Había olvidado cómo era sentir la brisa por la mañana.
+El día te mata…
-Y la noche me da vida.
+¿Y entonces qué haces en estos momentos aquí?
-Divisando la vida misma.
+¿No descansarás?
-No.
+¿Por qué?
-Tendré mucho tiempo de sobra para hacerlo.
+…
-…
+¿Hay algún problema con tus alas?
-No. Recientemente las envestidas del viento las han dejado sin plumas, pero no hay daños mayores.
+¿Y entonces, por qué te expones ante el fulminador?
-Quizá porque estoy cansado de dormir. Al mismo tiempo que considero soñar profundamente.
+Explícate.
-…
+…
-¿Lo has visto?
+Si. ¿Qué hay de malo en él?
-Vive.
+Eso es bueno para todos.
-En cierta medida.
+¿Insinúas que debería de ser lo contrario?
-No. Sólo refiero que ya no existe con nosotros… no tanto como en el pasado.
+¿Lo extrañas?
-No.
+¿Entonces?
-Apuesto que habías olvidado esa melodía que la mañana trae al despertar del Sol, ¿no es cierto?
+Si, un poco. Hace mucho no la percibía. Pero eso no responde a mi pregunta.
-No logro distinguir, como siempre, entre los instrumentos que componen la sinfonía.
+Respóndeme.
-…
+…
-Nos ha olvidado.
+No lo creo; sabemos por qué el distanciamiento.
-Aún así.
+Ve al punto Ícaro; el amanecer continúa y sabemos que no es bueno estar de frente ante el mismo tiempo.
-¿Te has cuestionado alguna vez sobre nuestro origen y propósito en este mundo?
+No. No encuentro relación ante tus inquietudes.
-¿Qué pasaría si desapareciéramos por completo?
+…
-Comienzo a morir…
+¡Pero qué dices! Te veo bien: tus alas no están dañadas, un poco marchitas pero has pasado peores momentos.
-No, no me comprendes.
+¿Entonces?...
/Entonces déjalo decidir; deja que tome el libre albedrío, ¿no es así Ícaro?
No hay comentarios:
Publicar un comentario