miércoles, 9 de febrero de 2011

-Al amanecer- (primera parte)

+¿Otra vez aquí?

-¿No es hermosos el amanecer?

+¿Qué es lo que pasa?

-Había olvidado cómo era sentir la brisa por la mañana.

+El día te mata…

-Y la noche me da vida.

+¿Y entonces qué haces en estos momentos aquí?

-Divisando la vida misma.

+¿No descansarás?

-No.

+¿Por qué?

-Tendré mucho tiempo de sobra para hacerlo.

+…

-…

+¿Hay algún problema con tus alas?

-No. Recientemente las envestidas del viento las han dejado sin plumas, pero no hay daños mayores.

+¿Y entonces, por qué te expones ante el fulminador?

-Quizá porque estoy cansado de dormir. Al mismo tiempo que considero soñar profundamente.

+Explícate.

-…

+…

-¿Lo has visto?

+Si. ¿Qué hay de malo en él?

-Vive.

+Eso es bueno para todos.

-En cierta medida.

+¿Insinúas que debería de ser lo contrario?

-No. Sólo refiero que ya no existe con nosotros… no tanto como en el pasado.

+¿Lo extrañas?

-No.

+¿Entonces?

-Apuesto que habías olvidado esa melodía que la mañana trae al despertar del Sol, ¿no es cierto?

+Si, un poco. Hace mucho no la percibía. Pero eso no responde a mi pregunta.

-No logro distinguir, como siempre, entre los instrumentos que componen la sinfonía.

+Respóndeme.

-…

+…

-Nos ha olvidado.

+No lo creo; sabemos por qué el distanciamiento.

-Aún así.

+Ve al punto Ícaro; el amanecer continúa y sabemos que no es bueno estar de frente ante el mismo tiempo.

-¿Te has cuestionado alguna vez sobre nuestro origen y propósito en este mundo?

+No. No encuentro relación ante tus inquietudes.

-¿Qué pasaría si desapareciéramos por completo?

+…

-Comienzo a morir…

+¡Pero qué dices! Te veo bien: tus alas no están dañadas, un poco marchitas pero has pasado peores momentos.

-No, no me comprendes.

+¿Entonces?...

/Entonces déjalo decidir; deja que tome el libre albedrío, ¿no es así Ícaro?

No hay comentarios:

Publicar un comentario